Somos de una madera especial, impregnada de amor filial; de esfuerzos, camarotes, escalas, de viento, nieve y capachos, rieles. de partes iguales de Carmen y Enrique; maravillosa mezcla de fe, respeto, humor y trabajo. De una gran familia: un par de abuelas esforzadas y solas, luchadoras que nos enseñaron a enfrentar la vida con tios, primos, vecinos y amigos. De hermanos rubios y morenos que enriquecieron la existencia y diversidad; creativos, alegres y solidarios: por la gracia de Dios.
Transitando un camino de colores y amores que nos unió en el amor del Padre y los hermanos, que nos alegró: "Si estamos con el Señor y vivimos "de colores" , la vida es como un cantar al amor de los amores...empujándonos con la fuerza de la Ultreya: siempre más allá: optimistas y esperanzados, siempre.
Es un abrazo y el reconocimiento a "la historia de esta hija legítima del Patrimonio de Sewell: entre camarotes y quebradas, allí nació gente amable y esforzada, que hicieron de Sewell un lugar de sueños y moradas".
"Si pudiéramos elegir donde nacer de nuevo; obvio, volvería a empezar cerca del cielo"
Caqui, 28 marzo 2024
Comentarios
Publicar un comentario