* Recordando la "Cajita de la Cuaresma de Fraternidad"

 

 


 

Ayer recibimos la cajita "Cuaresma de Fraternidad  que lleva esta lectura:desde miércoles de ceniza a domingo de ramos" tu aporte y el nuestro, esperanza de todos".

"La frontera más difícil para un migrante es la INTEGRACIÓN". 

Este año pasado por todo lo sucedido: de mantenerse encerrado y todas las precauciones que sabemos resultó muy difícil y complicado la recolección y las colaboraciones. A mí me hizo recordar años ya cuando nos encontramos en la Parroquia de Nuestra Señora de El Carmen de la ciudad para ordenar lo que llega en estas cajitas del año. En su gran mayoría son monedas. Lo que me va sobrando en la semana de las compras y gastos. Recuerdo también varias con granos de choclo, terrocitos de tierra, dientes de ajo, monedas de otros lugares de pequeño valor y uno que otro billete. Es que estamos acostumbrados a dar sin dolor.

Bueno aquí vá el recuerdo. Junto a mi amigo Douglas nos tocaba este ordenamiento y contabilidad de la campaña. Nos conocimos en un cursillo de cristiandad y guardo muchos cariñosos recuerdos e historias de los años que compartimos; como en aquella oportunidad en San Francisco de Mostazal mientras se realizaba el retiro y Douglas era parte del equipo llevando vituallas, productos y otros. Aquél día llegó ingresando por la puerta de fierro en la entrada de la capilla a la que llegaba tras la segunda puerta, la del edificio. En las carreras por cumplir y retirarse a la brevedad ocurrió que quedó encerrado entre la entrada a la Capilla y la puerta de fierro calle. No tenía como avisar para que el encargado abriera el portón, no había como ahora llamar por celular y llegó el momento que tendría que esperar mucho para que alguien del interior se acordara de él y abriera. Medio acongojado y preocupado observa providencialmente que en la vereda camina un señor de edad- era algo increíble a esas horas no pasaba nadie, que bien ¡Gracias a Dios!

-Señor,  ¨¡señor!

lo mira extrañado- señor, sería tan amable de tocar el timbre para poder entrar, hace rato que espero, usted es en enviado del Señor, gracias....

lo mira, el caballero no está contento, mira al encerrado sin comprender y piensa que lo está agarrando para "la palanca"

ya pues, toque el tiembre y yo entro.....por favorcito

enojado le contesta al "preso":¡ No veís que estás adentro viejo weón! 

allí se quedó solo, gargajeando una risotada que se escuchó en China menos en el interior del cursillo que se vivía en ése bendecido lugar.

Gracias hermano Douglas- hoy estás en tu quinto día, te imagino amenizando el almanaque a varios. Pero de las otras tallas-como la "del mentolato" la de los "mochileros" y la de Italia las recordaré más adelante en otra publicación en esta sección de"esta gente de colores". Mi cariño y sonrisa de siempre y más,

quico de colores. 

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