-Hay que salir...



¿Eres una persona consagrada o consagrada? Sé un santo al vivir tu regalo con alegría. ¿Estás casado? Sé santo amando y cuidando a tu esposo o esposa, como lo hizo Cristo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo, completa tu trabajo al servicio de tus hermanos con honestidad y competencia. ¿Eres padre o abuela o abuelo? Sé santo enseñando pacientemente a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé un santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales.
La felicidad está a la vuelta de la esquina. Porque Jesús se deja encontrar por quien lo busca, pero para buscarlo hay que moverse, salir.

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