-* Confía, ora, persevera! Mary desde Osorno




En la Ultreya de Celebración 50 años Mcc Osorno, tuvimos la suerte de encontrar a dos buenas amigas que perseveran siguiendo al Señor. Con mucha alegría y más entusiasmo convencimos a Mary nos contara su testimonio que vamos atesorando en nuestro propio camino de los cincuenta en Agosto próximo año. Gracias a Jacqueline Aguilar y su hermosa foto y gracias Mary por tu historia.  de colores! 

CONFÍA, ORA, PERSEVERA!
MARY ARREDONDO GONZALEZ/Centro Mcc Rahue Bajo, Osorno.

Nos invitaron a vivir un retiro, bueno eran dos y  por minutos fuimos al de los matrimonios lo que produjo algunos enojos de los amigos, sin tener nosotros culpa alguna ya que decían “nosotros les habíamos invitado primero”. Empezamos poco a poco siempre intentando continuar lo que cada vez, por lejanía y sin vehículo- se fue haciendo más difícil y llegó la segunda o primera invitación y allí fuimos por fin a esto de un Cursillo de Cristiandad. Empezamos entusiastas , perseverando y oh emoción a trabajar en varios servicios;  como en vocalías, equipos y otros. Ramiro Cornejo, mi esposo se puso medio difícil ….ahh yo no voy a seguirte por todos lados, pero calladito empezó a acompañarme y no dejarme sola y empezamos juntos a descubrir tantas cosas bellas y testimonios impresionantes de nuestros hermanos que regalan su experiencia y muestran su esperanza.
Lo más impresionante es que no puedo dejar de lado la fuerza de la oración, es que tiene un poder grande, tremendo, sobrenatural. Nos sentíamos complicados y apenados, es que nuestra hija  no podía tener familia. Pasaban los años y ya se cumplían siete años de la “dulce espera “ y na ni ná". Entonces “nos pusimos las pilas y las rodillas” y es que no hay manera para pedir gracias grandes. Sistemática y confiadamente oramos, pedimos, rogamos y, gracias a Dios, logramos el milagro por conseguir algo que parecía imposible.  Por esto repito una y otra vez confía, persevera, no pierdan las esperanzas. También y lo agrego sorprendida no dejo de dar gracias por la recuperación de la salud de mi hermano que estuvo bastante complicado.
 Uno se maravilla y se da cuenta que nunca estamos solos ni abandonados. El grupo, el movimiento es una verdadera maravilla que nunca estamos solos sino que juntos todo es posible.
Recuerdo una simpática situación cuando trabajando en equipo unas jóvenes se van al baño mientras las otras en el servicio aseo deben encerrarse intempestivamente. Acudo de inmediato y les digo a estas hermanas que no se preocupen llamaremos al cerrajero y yo mismo les aviso, dando un espacio para que salgan las chicas que calladitas y asustadas rezaban en silencio.
Muchas emociones, historias y alegrías.  Vivimos muy felices esta Ultreya de los cincuenta años de nuestro querido movimiento de cursillos en esta Diócesis de Osorno. Estamos agradecidos de Dios, de los Asesores, dirigentes, hermanos y visitas que hoy comparten esta maravilla de la Ultreya de celebración.
 Muchas bendiciones y más alegrías.

Mary

“de colores”

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