viernes, 23 de junio de 2017

Tips para distinguir entre el bien y el mal

                                                     

Hace una semana tenía muchas dudas y miedos pero tenía una invitación a vivir una experiencia novedosa y ya nos encontrábamos en la puerta, había pues que ingresar para comenzar, así “en vivo y en directo” así “despacito” y confiado. Y así empezamos de a poco como jugando sintiendo la fuerza tremenda de la gracia  (que nadie me podrá contar ya que es mi propia experiencia)  sacarle jugo al trabajo en equipo, en grupo, aportando cada uno lo mejor de sí eso que son los talentos recibidos, que todos somos uno ya que somos iglesia y vamos juntos como hermanos.
Pensaba hace una semana que sería un retiro más,  nunca entendería si no lo viviera esto de la retaguardia orante, de los preocupados que estaban los hermanos que oraban sin cesar para que todo saliera como tenía que hacerlo, que diligentemente trabajaban esta “vitamina r” y que la gracia alcanzara a todos los participantes aquellos que eran los instrumentos en sus delicadas y amorosas manos. Todos fuimos unidos pata lograr con el trípode de la esperanza armar la vida propia después de los tres días y llegar al resto de tu vida: el cuarto.
 Todos recibimos la gracia, la unidad, la esperanza y las novedades sin cesar. Si fue sospechosamente novedosa también inesperado y de un enriquecimiento personal del que solo hoy- a una semana tan solo- vuelvo a darle gracias al Señor de la Bondad y Misericordia.

Muy agradecido
Santiago W.

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