-El recuerdo del Padre Pancho




Tenía un buen amigo-cuenta nuestro querido padre Pancho- de un amigo querido quien siempre lucía una profusa cabellera de la que hacía gran ostentación entre todos los amigos y vecinos, media extraña: parecía de mentira (por unos detalles curiosos en la mata de pelos, medio extraño). No faltó un conocido bien curioso que se me acerca disimuladamente y me pregunta muy respetuosamente y más discreto
Oiga padrecito, y éste.....y ése pelo, cuente la firme…..es peluca…..¿verdad?

-Bueno, había que amenizar la tarde así es que le contesté muy sencillo y directo sonriendo:
-….¡pero claro, si se llega a notar po……! tírele las mechas de improviso,-hágale la talla no más, ni se enoja.

Muy resuelto se le acerca y le pega un tirón a la cabellera, extraño, no cede…..sobre la misma le dá el super tirón. 

El ¡ayyyyy! Se escuchó en la China.
La talla que nos contaba el Padre Pancho la guardamos. Hoy le agradecemos y pedimos por su salud que está en proceso de revisión y control. Gracias por compartir su constante alegría.


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