-Mi cursillo en dos palabras






Una jornada intensa pero desafiante.
Con miedos, es verdad pero también con toda la 
esperanza del mundo,
ahora me doy cuenta que no estoy solo en esta
 tremenda aventura 
de alcanzar nada más y nada menos que...  ¡el cielo!
 
 
 
 
 
Me sorprendí porque no estaba en mis proyectos de vida inmediata 
pero mucho mejor así. Comprendí muchas cosas y entiendo que 
cada día lograré entender mucho más mi proceso de conversión.
 Gracias Dios mío por quererme tanto. 
 
 
 
Lo  bueno de  ahora- es que viviré muy diferente, 
con compañía, amor, más esperanzas y  con mucha fé

Comentarios