-Llega el Nacimiento...

 
 
 
 
 
 
Por la presente le saludo atentamente y aprovecho esta oportunidad para desearle una feliz Navidad junto a familiares y amigos. Asimismo me permito adjuntar una pequeña reflexión para Cartas al Director. Agradecido de su acogida de siempre reitero saludos cordiales.
 
 
 

No es raro, en estos días, ver a la gente caminando, cabeza gacha e hipnotizada por su pantalla del celular buscando Pokemones y que pocos se comuniquen cara a cara, prefiriendo hacerlo mediante este aparatito intruso que se ha  hecho dueño de todo instante  y maneja a su antojo  nuestra intimidad.  Esta actitud, casi enfermiza, me genera una pregunta, media tonta y media ingenua tal vez: ¿Porque en esta fecha tan especial, como es Navidad, no ponemos la misma atención que utilizamos para encontrar Pokemones, en buscar y responder esta pregunta: ¿Qué significa el recordar que hace más de 2 mil años Dios se hizo uno de nosotros para guiar nuestros pasos por la vida mundana y hacia la Eternidad ,sin conformarse con terminar en el olvido, volviendo al  polvo solamente?. En otras palabras, ¿Porque no aceptamos y perdemos la esperanza en esa  promesa hecha por el Hijo de Dios a la Humanidad?. Optamos por no buscar y preferimos ignorarla, pero sí retomamos la búsqueda y deseamos con pasión el cumplimiento de la promesa, cuando nuestro hálito de vida empieza a abandonarnos definitivamente  y ansiamos llegar a ese lugar prometido. Olvidamos que el inicio de ese caminar en la búsqueda y encuentro con Dios comienza en el humilde pesebre de Belén. Comienza con el nacimiento del Salvador como, asimismo, comienza con "nuestro nacimiento" y cuando derraman sobre nuestra cabeza tierna e inocente, el agua del bautismo que nos hace herederos del cielo. Después de ello, es nuestra decisión seguir por el camino señalado y cumpliendo  lo que Jesús hizo y sugiere, "pasar haciendo el bien", es decir, dejar huellas nobles, repartiendo amor, solidaridad  y comprensión por el mundo. No como esclavos a quien los obligan a actuar por orden superior, sino imitando como amigos de Aquel que dió la vida por amor, para luego resucitar y  volver al Padre y esperarnos en la eternidad. Navidad no solo es recordar, es renovar la esperanza y el amor comprometido  de Dios por nosotros. ¡Feliz Navidad!

Paz y Bien

Nelson Javier Hurtado Leyton

Comentarios