-Mi cursillo en pocas palabras



 como un sueño verdadero donde me imaginaba una verdadera montaña rusa ; parece que todo se me venía encima, vertiginosamente; una tras otra las vivencias de mi vida pero, muy interiormente una voz poderosa me decía ….tú puedes, no decaigas, continúa.





 Recibía de todo, parecía una torrencial lluvia de todo….era tanto! Pero la magnitud no me provocó susto ni desesperación sino que con el amor reinante me dí cuenta que nunca en mi vida había estado tan alegre.


Ahora de todas maneras es como que me siento más activa en el Señor. Si ayer no hice nada, si me dejaba llevar sin preocuparme ahora siento que me toca una gran responsabilidad de llevar al Señor allí donde me toca.

Comentarios