* -¿Todavía se juntan?- MCC 50 AÑOS EN CHILE-----74




Ahora de verdad con nuevos ojos, mirando la película desde otro lugar, me voy al centro a pagar deudas, el lugar está a la mitad cuando me encuentro con mi hermano y amigo Polito Lizana con su mujer- aunque no participan hace mucho tiempo lo recuerdo como un dirigente en muchas luchas por intentar de llenar de colores los ambientes propios, tanto el como otros dirigentes que ha conocido en estos caminos de salvación, uno no los olvida pues dejan  su huella, su personal forma de hacer su entrega. Personas que a nosotros nos impulsan a seguir a vivir continuamente en Ultreya “siempre más allá”, a entender y reafirmar que no estamos solos porque juntos “en racimo”, es un poquito más fácil y mucho mejor; a menos que te creas un superhombre y te confíes que solo me la puedo. Por eso da gusto en recordar y saludar a tantos dirigentes convencidos, participativos y entusiastas que aportan lo mejor de si mismo.
Los veo entrar y me acerco a abrazarlos, quedan en duda, están más frágiles, es que la salud siempre es clave:
-¡hola, soy yo!.
-¿Quién?
No, no soy un bandido, aunque muchas veces lo fui pero ahora mi pistola no tiene ni balas, solo cariño y solo quiero saludarlos.
-Que bueno, nosotros no participamos como antes, sabes por la salud, ya estamos viejos y las cosas se complican.
No se preocupen la idea es solamente saludarlos y abrazarlos. Invitarlos que sepan que cada miércoles nos juntamos para las escuelas y las otras actividades que saben: Ultreyas, Eucaristías y palanqueos varios, siempre habrá algo nuevo que aprender y que agradecer, que soñar y trabajar con ilusión.
Me escudriña a fondo, me hace un “doble paneo- ”intenta inquieto explicar aquello lo del tiempo transcurrido, de los que tenemos un millón de amigos pero empezando “por el mejor…”, titubea, hasta que hace la pregunta del millón de dólares:
¿todavía se juntan los cursillistas?
Creía que se había acabado todo, que ya nada era lo mismo, y ¿todavía siguen?
Todavía intentamos caminar juntos, el trabajo de evangelización está siempre inconcluso pero también de moda con todo esto de la misión territorial con un apellido significativo: que es permanente. Claro, nunca perder la esperanza e intentar que esas frases claves que atesoramos: “ustedes son la sal del mundo, la luz que alumbran, sin mí nada podéis hacer….” No es por un tiempo, el contrato es de por vida así lo entendimos y aquí quien sabe hasta cuando es el Señor de la vida. El  “no te quedes solo” es que hay que seguir acompañados, así si es posible, con esa reunión de grupo, platicando la amistad y la cristiandad, revisando ese trípode de vida, creciendo, mejorando, cultivando la buena tierra para la semilla de la palabra. Si, seguimos, no te digo que muchas veces no es cuenta más, que perdemos la visión, que nos dejamos arrastrar pero con el grupo al lado, la escuela en la otra no hay posibilidad algunas de quedarse.
Hoy recuerdo en mi hermano Polito a tantos que partieron a la vida definitiva y verdadera al quinto día. Gracias por haberlos tenido junto a nosotros, por la entrega, el trabajo. Solamente hay alguien mejor pagador justo y equitativo. Hagamos pues empeño de lograr las mejores acciones de mercado y el ahorro de mi vida para la cuenta celestial: la vida plena.

Abrazos


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