Marcos 9:41
Porque cualquiera que os dé de beber un vaso de agua, por razón de vuestro nombre, ya que sois seguidores de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.Un café para el Señor
¡Qué bueno es tener un
momento de conversación junto a un café! Son momentos de unión, de noticias y de compartir
la mesa junto a una taza humeante en este frío invierno o si gustas la delicia
de un mate cebado de la amistad; es el momento de sentirse regalado para tan
solo conversar de lo mucho que hemos recibido de nuestro Padre Bondadoso. Pero,
¡cómo puede ser tan diferente ya que tenemos tanto en común! después de aquel bendito
día en que iniciamos el cambio de vida para siempre y sin vuelta; ya nunca será
lo mismo, todo es diferente, ahora todos los acontecimientos tienen un significado
en mi vida y también en la tuya, entonces conversémoslo junto al mejor de los
amigos: Jesús.
Procura en estos días invitar a tu hermano a tu mesa:
tenemos varios curitas cercanos, cursillistas que se nos perdieron en el tiempo,
posibles candidatos que ya estoy queriendo y varios, muchos más.
Es un proyecto de amor
que iniciamos después del último cursillo y hemos notado que es muy bueno para conocernos
más, para querernos mucho más, para entendernos mejor. Te invitamos a
participar de esta idea y queremos que nos cuentes tus experiencias,
acercamientos, novedades y alegrías de este fraternal contacto: el Señor nos sorprende
cada día, hace las cosas nuevas siempre. ¡Adelante! Y que el encuentro sea un
éxito apostólico y de amistad.
Será sin duda hermano y
amigo una taza cargada de bendiciones. Compruébalo ahora mismo invitando y nos
cuentas la experiencia; nosotros ya lo hicimos y hemos sido sorprendidos una
vez más.
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