Nuestro hermano querido ya está en el mar de amor con el Señor. Quinto día Beto querido. |
Hermanos: gracias por el ánimo y apoyo en estos
momentos muy difíciles; de improviso nos avisaron que Betito estaba ingresando
al Hospital, con paro cardiaco y sin signos vitales, fue un correr, ir y venir.
Lo despedimos con todo el amor de hermanos todos los
Cursillistas de Pichilemu: cantamos, rezamos, acompañamos, lloramos, y
recordamos tantos momentos compartidos con Beto: Luis Alberto Jannasz Aliaga, la
familia consta de su cuñada, sobrina, y sobrino-nieto. Jaime y yo junto a los
hermanos Jesús, Fernando y Toña, se encargaron de preparar la despedida-Roberto
con su guitarra, haciendo su aporte. Jaime representando a nuestro Movimiento y
a la familia, hizo una hermosa despedida y Toñita a nombre de su grupo natural.
Así en compañía de sus amigos y hermanos en Cristo le acompañamos, nuestro
Párroco nos recordó que Beto todos los Domingos, antes de las 8 de la mañana,
ya estaba coordinando y preparando la Misa. Lo despedimos como se merece un
Hermano Cursillista ya que durante su vida de cristiano comprometido hizo en
bien de los demás.
El Padre Pablo agradeció a Dios por habernos permitido tener entre nosotros
un hombre que lo sirvió, que nos enseñó amar al Señor, por compartir y
entregarse a Ël,....... sin duda Betito, está gozando en los brazos de nuestro
Padre Celestial.
Beto, era el Cursillista más antiguo de Pichilemu, ya que vivió su Cursillo
en Santiago en el año 1973. Varios años más tarde se vino a vivir a Pichilemu,
1983 más o menos, participando en el movimiento, después estuvo alejado pero se
reintegró aceptando la invitación de Jaime...ya que fue la primera persona que
conocimos cuando llegamos a Pichilemu en
1984, hace ya 30 años. Así es que para nosotros fue muy emotiva la despedida a
nuestro amigo, Jaime recordó tantas conversaciones, consejos y ayudas de Beto,
para con nosotros, fue muy emocionante.
El Padre Pablo recordaba en su homilía: Palabra del Señor...porque
tuve hambre y me diste de comer, tuve sed, y me diste de beber, estuve sin ropa
y me vestiste, estuve enfermo y me visitaste, estuve en la cárcel y me fuiste a
ver......sentí en mi corazón tanta emoción....recordé cuando Beto estuvo
hospitalizado, y lo fuimos a ver, desde el día que tuvo el accidente, con
Jesús, Toña, y Fernando....y así varias veces.....a veces estaba medio dormido
y yo le tocaba su brazo y me decía......Polín......viniste! y así a cada uno de
los hermanos......”porque estuve enfermo y me viniste a ver..........”- Descansa
en paz amigo querido!!!!!!!gracias por haberte tenido con nosotros por
enseñarnos con tu forma de ser y por tu testimonio perseverante".
Pola- Jaime, MCC Pichilemu-
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