-* Saludo de NUEVO AÑO de nuestro hermano Nelson









A mis familiares, queridos amigos y estimados hermanos en Cristo:

Al finalizar un año más y comenzar otro, hago un alto para reflexionar sobre el camino recorrido y recomenzar otro lleno de esperanzas y nuevas metas. Nadie camina solo, por eso  comparto este sincero saludo y reflexión con todos mis familiares y amigos, compañeros de ruta en el tiempo que ha quedado atrás.
 Como todos, también he dejado huellas, buenas o malas solo Dios sabe. Solo sé que  enfrenté la vida día tras día pensando en Dios, avanzando con  la alegría, el cariño compartido, la amistad, las pruebas superadas de la vida para fortalecernos sin debilitar el espíritu de lucha y búsqueda de un futuro promisorio, en medio de amigos y familiares.

 La vida del hoy, vivida en  la plenitud el cada día, es el incentivo para ser mejores y el pasado es la  experiencia lograda como herramienta valiosa, ambas importantes, para crear un futuro digno y atractivo de vivir con la bendición magnífica, bajo la mirada cariñosa del Padre que nos ama.

Existen muchas maneras de expresar estos sentimientos pero, ante un mundo que no es estático porque es recreado y remodelado constantemente;  y que, a veces, nos deshumaniza y nos torna fríos e impersonales, debido a la lucha constante por vencer ; la misericordia se diluye, el perdón, la caridad y el amor pierden fuerza y  en su lugar, se entroniza la indiferencia, violencia o la odiosidad contra nuestros semejantes, la imagen de Dios en nosotros se desfigura, perdemos la capacidad de  dialogar y perdonar, dejamos de convivir en armonía, ignoramos que somos un todo con todos y nos refugiamos en la soledad angustiante que nos arrastra a la desolación, la mezquindad y la tristeza de una vida sin sentido.

 La constante lucha nos endurece y, sin darnos cuenta dejamos de ser acogedores, alegres, movidos por el amor, sin dobleces,  que comprende y perdona. Se resiente nuestro espíritu y se endurece el corazón ante el dolor o sufrimiento ajeno, de los que conviven con nosotros, y dejamos de admitir nuestra fragilidad humana al cometer esos errores o equivocarnos y nos justificamos pensando que no es culpa nuestra porque, segun nosotros,  así fuimos creados.

Al darnos cuenta de esa falsa premisa, es tarde para rehacer caminos de virtudes y valores en nuestra vida y la angustia y la desorientación nos enceguece y equivocamos el rumbo del bien comun. Los ideales y proyectos  para construir un mundo mejor y feliz, se vuelven un desierto estéril y nos sumergimos en la frustracion que nos quita la paz, la serenidad y las ansias de seguir luchando.

Por eso, es sano y bueno revisar el recorrido de la existencia y, para ello, yo recurro y me acojo a ese Alguien,  que me acompaña desde hace mucho tiempo: es la oración intima y confiada en Dios. Solo en  un diálogo sincero con El encuentro sentido a esta vida peregrina, limitada en el tiempo, de paso por este mundo, ya que todos nacimos para morir y resucitaremos  para luego entrar en el reino eterno prometido de Dios Omnipotente y perfecto; siempre y cuando tengamos la humildad, perseverancia y valentía suficientes para aceptar y vivir esa divina  voluntad y no antepòner la nuestra, confíando en la perfección y la sabiduría de Dios que nosotros nunca igualaremos; aunque la soberbia porfiada y la egolatría humana arrogante nos muestre la tentación para tomar su lugar e ignorar que solo existe un solo Dios que todo lo puede y crea por amor inconmensurable hacia todos nosotros.

Quizas las palabras  de esta oración, a la cual invito, no sean nuevas, sean insignificantes y se repitan, pero el Espiritu, que toca el corazón del hombre para  mover el mundo, nos dará un  sentido diferente y recibiremos un mensaje renovado, dirigido a nuestra vida interior, recordarando así que somos sensibles al amor, compasivos, tiernos y misericordiosos, pero  también somos mezquinos, injustos, odiosos, llenos de orgullo que nos impulsan a no hacer todo el bien que sí podemos, sino el mal que no queremos. Como decía el santo Padre Hurtado: "Está bien que no hagamos el mal, pero está muy mal que no hagamos el bien".

 ¿Como entender totalmente a Dios si no nos entendemos siquiera a nosotros mismos?. Este es el momento de vislumbrar esa realidad propia de nuestra identidad humana y los invito a acompañarme en este especial momento.

Dios y los demás esperan mucho de nosotros, y confían que no perdemos la ruta de una misión maravillosa a través de la convivencia en el  servicio humilde y sencillo en el mundo. Los años seguirán pasando para nosotros y llegará el momento que mostremos, alegres y contentos, el fruto de nuestro caminar, en respuesta a la pregunta: ¿Cuanto amaste y serviste a los demas, mientras pudiste hacerlo?, y espero que mi gota de servicio haya aumentado ese oceano de amor que es el mundo, creado por Dios,  donde me ha tocado convivir con mis amigos, familiares y hermanos en la fe a quienes saludo de todo corazón en este nuevo año que se inicia, deseandoles lo mejor en todo. la paz, la felicidad y el cariño que nace de lo más profundo del corazón buscando ser acogido por los demás.

¡Feliz Año 2014!  
   ¡Que el Señor nos bendiga, nos guarde, nos muestre su rostro y nos tenga misericordia. Nos mire benignamente y nos conceda la Paz.

Paz y Bien


Nelson Hurtado Leyton







Estimado Hermano en Cristo:

Te comunico que soy cursillista del I Cursillo de Cristiandad de Iquique, Arica y Antofagasta.

Con mucho gusto autorizo que des a conocer el mensaje. Cristo y yo, mayoria aplastante.

De colores

Agradezco a mi hermano Nelson de este cursillo del norte sus palabras, perseverancia e historia...¡bendiciones hemanos!






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