22- * Litueche "de colores"-...¿cuantos años me quedan?


 

 Litueche: encuentro de colores

Las situaciones en la vida son diferentes, según las etapas que transcurren. Así, en un momento muy clave , en una íntima reunión con la mujer de mi vida, mi compañera de  veintitantos años, hicimos un balance de nuestra vida y nos hicimos dos preguntas “de peso”:
-¿Cuántos años me restan de trabajo en mi empresa? y la otra más seria aún,-¿Cuántos años nos resta de vida?
Inquietudes que si bien es cierto son permanentes en cada persona y familia, no se formulan habitualmente en este “alto del camino”.
Y empezamos a dibujar, tirar líneas en el mapa de nuestras vidas, los trazos fueron seguros, rápidos, con mediana dificultad, es que cuando se invoca al Señor al realizar algún plan, todo se hace un poco mejor y fácil.
Se divisaban  muchos cambios en el trabajo, cada vez se iba colocando todo cuesta arriba, como en todas las empresas –tienen que financiarse y ganar-obvio.
Así que barajando este verdadero naipe de la vida, se toma la dolorosa pero necesaria opción de emigrar lejos de casa. Así un día de Marzo del año 1999, casi al borde del gran cambio de folio, del siglo, me encuentro con dos maletas, llegando al pueblecito de Litueche, en el secano costero de la sexta región, buscando la pensión que me cobijara por algún tiempo.
Ahora cuando miro el transcurso del tiempo, digo que de verdad fué una opción valiente, que la gran mayoría de mis pares, no quiso ni siquiera estudiar ni considerar, ya que había de estar lejos de tu casa, de tu familia y de tu grupo. Allí en medio de una comunidad nueva, desconocida, con algunos pescaditos “de colores” ubicados, empezamos a trabajar e intentar con ánimo organizarnos, visitarnos, querernos y seguir siempre “más allá”, o sea ¡ultreya!.
Como con un cincel, logramos con tiempo, esculpir –no sin poco trabajo- la frase del momento: “las cosas se van dando” y con la férrea esperanza puesta plenamente en el Señor Resucitado, con la oración permanente de Eduardo y de Zoemia empezamos tímidamente a dar nuestros primeros pasos en “esta nueva vida”
Allí en medio de algunos hermanos, con historias simples, humanas y divinas tuve un sueño:
Aquí podríamos precursillar y enviar candidatos, algunos buenos proyectos al cursillo, también conseguir el envío de dirigentes al equipo y tal vez, quién sabe, realizar un cursillo en estas tierras”,
en la costa de esta sexta región-.
De inmediato la respuesta “de cajón”:es muy difícil, cómo conseguir personas que vayan a vivir la experiencia del triple encuentro es complicado, tal vez en Rancagua o en San Fernando pero aquí en Litueche que es tan pequeño es muy difícil por no decir, imposible.
Entonces, por esas cosas que sólo Él sabe dijimos: hagamos “tarea para la casa” chiquillos, cada uno de nuestra reunión de grupo, con una fuerte oración previa y palanca por medio, anotaremos un nombre posible de alguien que tenga estas características y lo revisaremos en la próxima semana.
Sin mucho convencimiento, desganados, uno a uno revisamos nuestros proyectos, sin una mayor exigencia, lo que salga en poco tiempo.
Empiezo a notar: la señora del hospital, de la muni de ….y sorpresas, el sueño puede ser real, llegamos anotar 28 proyectos (increíble) sin presión, sin trabajo, siembra ni cosecha….¡nada!
Y si las cosas se van dando, entonces sigamos soñando aún un poco más, entonces mis hermanos podrían participar en los equipos de cursillo, la idea sonaba curiosa-por decir lo menos- y más encima de incredulidad….¿como nosotros, de acá ¿tan lejos?
Pero fue posible no uno, dos….varios…..sucedía nuevamente “ lo imposible entonces”.
¡Qué fácil resulta decir no, y agregar, es casi imposible!
No tenemos nada pero….¿queremos tenerlo todo, hacerlo todo? Claro, con nuestras pequeñas y débiles fuerzas será imposible….sin duda pero, no estamos solos. Estamos con el Señor, Cristo Jesús Resucitado, venció la muerte, una vez lo descubrimos y amamos, nos propusimos seguirlo, siempre, perseverando hasta el fin e hicimos carne esto de “Cristo y yo …..mayoría aplastante” como dijo Manolo Llanos. Entonces sé que no puedo quedarme, sé que debo continuar a pesar de mis limitaciones, miserias, fallas…..no estamos solos y es el momento de continuar.
Les invitos pues a esto. La perseverancia es posible, es factible.
Hacemos voto para nunca perder esta profunda y rica amistad.
Muchos de ustedes me enseñaron en este peregrinar. Intentaré contar lo vivido; siempre hay alguna novedad que aprender. Por ello estamos “al habla” hermanos de Litueche, esta tierra seca, curtida, luchadora, puede producir  nuevos prospectos de cristianos, de luchadores, de santos….

Porque no?- tiene pues tu propio sueño!
Mi proceso del cambio, de variar mi lugar de mi trabajo, de los ajustes necesarios pensando en el retiro, se realizaron tal como estaban en el papel, ni más ni menos, pienso que todo se lo debo al Patrón,  en quien puse toda mi confianza, agarrándome de la oración permanente, de los hermanos que me dieron su apoyo, su cariño, del grupo que me sostuvo en mis momento de penas, caídas y dificultades.
Ahora, puede ser el momento que puedas aprovechar para hacerte la pregunta de tu vida……hermano querido:
-¿cuántos años restan para poder trabajar?
-¿Cuántos años Dios mío me quedan de vida?
Con la respuesta en la mano, podrías decir, pues lo que me queda….me la juego de verdad por el Patrón.No se si serán muchos o pocos, los que sean….son tuyos Señor.
La decisión es pues, solo tuya, hoy-y ahora!

Enrique// Litueche, Rancagua


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