-Los laicos y la comisión

COMISION DIOCESANA DE LAICOS

Me propuse varias interrogantes de como poder enfocar esta comisión, que debe incluir a tantos valores, hermanos preparados pero que están dispersos y talvez desmotivados de su obligación para con su Iglesia:

La necesidad de contar con más integrantes -ubicados en todas las comunidades, que puedan entregar un trabajo-un servicio – a la Iglesia. Esto dado que simpre “son los mismos” que se repiten en una y otra cosa. (La mayoría con avanzada edad)

Los laicos son signo de esperanza en sus ambientes
Vemos que no se interesan en participar: falta de tiempo, poco interés, poca claridad de que ser bautizado me incorpora a la Iglesia pero que me obliga a entregar también trabajo por el Señor.
Miedo al compromiso; no me siento preparado, “no tengo dedos para el piano”
Desesperanzados: “es poco lo que yo puedo hacer”- “será como predicar en el desierto”

No tenemos en claro “Aquél que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado”

Este mundo necesita cristianos que muestren el camino y le devuelvan la fe, necesita de su palabra para que le devulevan la esperanza y necesita del testimonio de servicio para impregnarse de caridad.

Nuestra accion evangelizadora debe llevarnos a ser mejores cristianos, más fieles y maduros, mejor preparados, firmes en la fe, con esperanzas .

Tenemos la orientación de nuestro Pastor: Voluntariado, la cultura, los medios de comunicación, sindicalismo y política, donde centrar los esfuerzos de lograr nuevos trabajadores de la comunidad cristiana.

Le tenemos un miedo terrible a la palabra COMPROMISO, para no asustar a los dirigentes que se ubiquen en nuestras comunidades habría que cambiarla por SERVICIO la tarea que yo debo cumplir con el Señor. Es “MI TAREA” y si no la cumplo nadie la va hacer por mí.
Este necesario “reencantamiento” que hay que hacer con todos los hermanos que aparecen en en la vida comunitaria como “destellos” que duran muy poco, hay que enriquecerlos de manera que necesiten dar sabor cristiano a quienes les rodean e iluminar este encuentro con el Señor en forma permanente que quieran y necesiten darlo a conocer en su evangelización.
Tenemos que ser más transparentes, más entregados, conscientes que este es un trabajo para el Señor y no para un cura o dirigente determinados.

Un trabajo que ciertamente será un camino de perfección y de santidad al que todos estamos llamados cada dia.
No podríamos dejar de lado a los jóvenes, como la esperanza permanente.
Vemos a los actuales dirigentes con un alto promedio de edad, nos están faltando los nuevos que cubrirán sus puestos en la lucha diaria. Vemos que cada dia está más dificil para evangelizar ya que nos falta tremenda caridad, para recepcionar, para acompañar, para los enfermos, para los más necesitados.El trabajo es arduo: mantención en los sacramentos- los novios se casan por la Iglesia y después de la ceremonia....?
Lo verdaderamente importante es que no estamos solos- junto a Cristo “Mayoría aplastante” como decimos en cursillos, debemos seguir adelante, con entusiasmo e inventando siempre nuevas formas, mejores tácticas, mas eficientes para lograr un grupo de trabajo unido y convencido que todo es para mayor Gloria de Dios. Que así sea.

ENRIQUE


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