Estimados amigos de la familia Saavedra Monti

queridos y estimados Verónica, Wicho y hermanos:

era una carta que tenía que intentar, me une a ustedes un sentimiento de cariño y recuerdos tan profundos que me comprometen a escribirles y agradecerles por la alegría de haber tenido este par de padres que Dios les regaló: Eugenio,y Elcira. Él, sencillo, de fe profunda, tranquilo y silencioso-ya no está con nosotros pero nos regaló su testimonio de amor y trabajo por el Señor de la vida. La mamita Elcira, cantora folklorista y más alegre que chicha fresca, buena para la conversa -ahora en un hogar de cuidado para su edad.
Tengo que compartir con todos ustedes de la oportunidad en que juntándonos el grupo de los cursillistas en nuestra casa y en los momentos de oración, alabanzas y peticiones de los asistentes se escucha una voz muy piadosa -es un momento único: Señor, te pido por este viejo que ha estado apenas, tu sabes todos sus problemas y de sus sufrimientos, te ruego muy encarecidamente que me des sus penas y dolores a mí, para así aliviarlo en parte.
Uno se siente tan unido en estos momentos, al escuchar una petición de esta forma. Descubre una inconmensurable muestra de amor y cariño que pide una esposa por un esposo y nos damos cuenta que de verdad en eso consiste el amor: dar más que recibir.
La sorpresa viene a continuación, en muy breve plazo: nuestro hermano Eugenio empieza a tirar para arriba con sus problemas pero ella al revés, vienen todos los dolores y demás complicaciones. Uno se asusta, pero entiende que todo tiene su sigmificado, todo tiene su razón. Por eso, cuando pedimos, estamos confiados en la tremenda eficacia de la oración. Es afirmar que la oración tiene siempre la respuesta.
Ahora, después de un tiempo muy prudencial, estamos invitándoles a vivir esta experiencia increíble. He conversado con ustedes pero no podría mostrarle al Señor más de lo que ellos lo hicieron. Por ello es que les invito a no perder esta oportunidad para el mes de Noviembre 2012 y puedan ir a descubrir lo que un día vuestros queridos padres hicieron. Nada más. No me queda argumento alguno posible que agregar.

Estamos pues es contacto queridos amigos de la familia Saavedra Monti. Atentamente quien les estima de veras
quico




Comentarios