* Vuelvo en tres dias....si Dios quiere..... JORGE.


Vivencias de mi cursillo.

Éramos compañeros de trabajo, Hernán Rodriguez-tremendo tipo, futbolista famoso-seleccionado chileno de muchos años, cuando el amor a la camiseta era "sin –compromisos" sino defender a chilito no más.
para mí francamente, este tipo es un santo y yo lo conocía muy bien. Un día me lo encontré y me invitó a descubrir al Señor y servirlo. Pensé de inmediato-en mi vida en verdad era lo único que me faltaba: tenía mi acción social. la otra arista trabajaba en deportes, cooperativas, me faltaba la iglesia; siendo yo un católico pero, no participaba en ninguna cosa, osea "era a mi manera no más".
Pensaba que dejar mis fletes botados con mi furgoncito en el mercado fue para mi fácil. Era Hernán quien había pensado en mí y “alguien más”.

                VUELVO EN TRES DIAS...........SI DIOS QUIERE.



Tienes que trabajara para el Señor, por eso anda a aprender y conocerlo mejor y que, fuí no más, que mierda boté todo y partí.
Ésos tres dias fueron maravillosos. Más aún cuando me entregaron esa cruz que llevo impregnada en el pecho “Cristo cuenta contigo...” super emocionante.

Regresé, me fuí caminando a casa -estaba conpungido -¿qué hago ahora? ¿a quién se lo entrego?- estaba como en el aire- esto es tan grande lo que he recibido y vengo rebalsado de alegría y no puedo ser egoista. tengo que hacer lo imposible para transmitirlo, no me puedo quedar tranquilo.

Llegué a mi casa, me senté emocionado, me dije: “mañana será otro día” así que le agradecí al Patroncito a puerta cerrada- no cabía con tamaña felicidad
y empecé, entusiasmado a participar activamente en el movimiento, poco a poco- era una fuerza nueva, increíble, una belleza que atraía aún más todo mi corazón. Donde me llamaban iba. Todos los miércoles llueve o truene tenía que hacer mis tareas grandes, pequeñas pero siempre algo.

Ahora si me preguntan como fueron mis fletes ése día lunes al regresar después de tres días y mi clientela botada. ¿qué voy a hacer ahora?- el Señor ahora me ayudará, me dije convencido. Y partí al mercado a hacerle empeño. fué increible amigo mío todavía no me estacionaba cuando la gente me andaba buscando y dí vuelta, y vuelta y más vuelta. No lo podía creer tampoco los colegas míos que a mi lado estaban todos parados y sin pega y a mí me llovian. A las 10 de la mañana tenía los bolsillos llenos de plata, de los tres días que estuve ausente, el Señor me repletó de billetes en tres horas, era increíble así que me retiré a las 11 horas para que mis compañeros no reclamaran, era como demasiado....suerte decían.

Almorcé, descansé y a las 15 horas volví a “la riña” siguió el mismo o mayor movimiento , era una fiesta. ¡que manera de ganar plata ése día!. Por los tres días que estuve en San Francisco de Mostazal supe tantas cosas que jamás imaginé. Era ver y sentir a Jesús al lado mío, todos los días, cada semana, cada tarde. Mi mundo se hizo más fácil, más llevadero- sentí de verdad la mano de Jesús y que se la apretaba más y más hasta sentir que mis dedos morados me mostraban que todo era una realidad y lo vivido era lo mejor que me haya sucedido a mí.
¿cómo no voy a estar sorprendido y maravillado? ¿Cómo no voy a agradecerle todos los días de mi vida? Ahora mi vida cambió, ahora soy feliz solo agregar una y mil veces: ¡Gracias Señor, una vez más! 

Jorgito 



Confiamos hoy a la Santa Familia a todas las familias del mundo, especialmente a las que están extenuadas por el sufrimiento o el desasosiego, e invocamos sobre ellas la protección divina. (Tweet del Papa, 29 dic. 2019)

Comentarios

  1. Hermano, gracias por tu testimonio, bendito es el señor que está contigo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario